Xime Martinez: Medio Puerto Varas 2012

Me es extraño volver a compartir sensaciones dentro de una carrera luego de vivir Pucón desde afuera y confirmar que desde afuera se sufre más. Esta carrera maravillosa sin duda me marcó mucho por varios detalles.

Día viernes previo a la carrera el cielo seguía amenazante, lluvias, viento, olas en el lago, ese hermoso y enorme pozo de agua que nos regala nuevamente esta angosta faja de tierra, con sus tonos verdes indescriptibles, 150 triatletas dispuestos a enfrentarse a sus miedos nuevamente a pesar del agua y del frío. Personalmente, estaba mentalmente preparada, seteada, como si esta carrera fuese un paso previo a mi nuevo desafío, el Ironman de Brasil, por lo que tenía sólo dos opciones drásticas: terminar felíz o eternamente preocupada.

Me vine con mis padres, mi garganta empezó a avisar que habían desajustes, fiebre dos días previos, no les dije, para no preocuparlos, pero sí me acompañaron a comprar todo tipo de pociones en “la pica de la abeja” y laboratorio Heel, ya que de un tiempo a esta parte a pesar de ser alópata he redescubierto la medicina natural y puedo asegurarles que es por lejos, lo más eficiente. Seguí con tos y esa sensación de agobio laríngeo, pero era un pelo de la cola, estaban mis padres, mi hermano, mi sobrino.

Estaba jugando con nuevas sensaciones, nueva alimentación desde hace 6 meses, nueva preparación física, otro entrenamiento, había salido a ruta sólo 6 veces desde Puerto Velero, me tuve que enamorar de mi rodillo pues tuve un problema en la ruta en Concepción al salir a pedalear sola y me obligué a cuidarme, además hace menos de un mes me cambié de Concepción a Temuco. Miles de cambios, no sólo físicos.

Charla técnica y comenzaron a aparecer caras conocidas de Chile, de Argentina. Que honor ver que grandes figuras del triatlón Chileno vuelvan a las pistas sobre todo en una carrera que Claudio Krause a organizado a pulso, ver a Gabriel Iriondo, fuerte como siempre, Edgardo Opazo, una maquina, Moisés Torres, sacándose con creces las sensaciones de Pucón, Camilo Nesbet, corriendo en sus tierras y cada día más fuerte, Andrés Barraza, sólido, Alex Gajardo, imparable y finalmente, quien admiro por su fuerza y constancia, Felipe Aguayo, que tuvo algunos problemas pero que serán sólo un detalle, los demás triatletas corriendo de todos los clubes, que no nombraré para no olvidarme ni uno, mi gran amigo Santiago Amigo desde Argentina y Ana Iribarren encabezando a las mujeres, la Paulita Contreras una bestia en la bicicleta, Stephi corriendo imparable. Tantas caritas al viento conocidas y sonrientes que hicieron de esta carrera algo especial. Evelyn Muñoz que no pudo continuar, pero la veremos nuevamente de seguro en un podio. Carlitos Valdivia, recuperándose y fotografiándonos a todos, dándonos el aliento necesario como el mejor de los entrenadores y como el mejor de los amigos. El clima ideal del día de la carrera, fue una ventanita en la semana, para disfrutar de las bondades de este deporte maravilloso.

El resumen de mis sensaciones es sólo una definición: “magníficas”, me sentí morir en el agua, pues casi no podía respirar por el resfrío, tomé a la Maria Flow (mi bicicleta), y también estaba enferma, pasado el primer kilómetro, pasé el lomo de toro y sentí que algo sucedió en la rueda trasera, seguí, Helmut me dice que la rueda puede estar frenada, abrí el freno, no era, los piñones estaban fijos, preferí bajarme por si la rueda estaba mal puesta, la moví, y descubrí que tenía dos opciones o se rompió un rodamiento o se soltó el piñón, pensé en mi gran amigo Vladimir Villegas y dije “fuerte y derecho mi chiquilla”, y ahí estaba de nuevo, con un traca-traca en la bici, con un vaivén en la rueda trasera y con sólo 3 piñones para jugar, nada me iba a detener, ni menos pensando que estaba mi familia en la meta, ver como los niños alentaban, mi sobrino, el hijo de Sergio Meza, la señora de Gustavo Cuevas, de Gabriel Iriondo, de Marcelo Orellana, de Edgardo Opazo y su niñita, sus sobrinos, las familias, eran un aliento para quien pasara por el giro del ciclismo y del trote, Jorge Binder corriendo con su pie herido. Buena carrera, buena organización, los carabineros un siete, los banderilleros atentos, buenos puestos de hidratación. El trote sólo puedo definirlo como “mágico”, bordeando el lago, esa subida que me recordaba los días en Pucón con Rodrigo, cuando fuimos a Ojos del Caburgua, donde nada nos detuvo y quien me hace cada día darme cuenta de que nada es imposible, ni la silla, ni las rocas, ni las raíces nos detuvieron, esta subida no fue nada más que eso, una simple subida. Muchos que lo dieron todo en el trote, pero nombrar a algunos, significa también olvidar sin intención a otros, que lo dejaron todo en las calles de Puerto Varas.

Sólo me quedan agradecimientos para mi familia, Carlitos Valdivia, Marcelo Sánchez, Rodrigo Nilo, Claudio Nieto, Marta Bobadilla, Rodrigo Martínez, a los clubes Action Team y Route por recibirme con los brazos abiertos en Temuco, a mis amigos de Fullrunners, que nos volvimos a encontrar en este lugar del mundo, a las marcas que me apoyaron y en especial a Team Bustos, grande Lalo Araya!, se te extrañó en esta carrera.

Finalmente, gracias a Trichile, los extrañamos Folo y Ricardo.

Nos vemos en otra carrera, espero que siempre sonriente y quién sabe si mi sueño se hace realidad este próximo 27 de mayo cruzando la meta de Floripa. A seguir conquistando sueños!

Xime Martinez

Volver