Testeo Skechers Performance GoRun3
El 2010 Skechers lanzó su línea Performance, la cual tiene básicamente tres modelos, desde mayores a menores elementos protectivos como sigue: GoRide – GoRun – GoMeb. Las GoMeb -zapatillas de competición, tope de línea de Skechers- fueron testeadas por Ricardo Cumplido para Runchile el mes de agosto (Leer AQUÍ), y ahora seré el encargado de probar la tercera versión de las GoRun.
Esta es una zapatilla minimal muy liviana, de apenas 185 gramos (en talla US 9.5) y de gran flexibilidad. Lo primero que llama la atención es lo amplio de su estructura, no es para pies aflautados, otorga un espacio bien holgado. Como son un poco más espaciosas, sugiero probar con medio número menos que tu talla habitual.
El forro es flexible y ventilado, con una esqueleto-malla de cintas neopren lo que da plena libertad de movimiento al pie, pero le resta estabilidad. Esto para pisadas neutras no es problema alguno, pero para pisadas sobrepronadoras es un elemento a tomar en cuenta. Tiene un detalle muy útil: La lengua está cosida al forro hasta las agujetas superiores, así que por muy flexible que sea la zapatilla no permite que se desplace manteniendo la comodidad.
La media suela es super suave y flexible hecha de Resalyte (EVA inyectada muy liviana con pedacitos de goma), posee un aplique de goma dura en el medio llamado “M Strike” que es un puente pivote (una especie de “lomo de toro”) que guía la pisada para evitar el taloneo.
La suela tiene unos puntos de goma dura ubicados estratégicamente para evitar la sobreabrasión del Resalyte contra el pavimento.
La diferencia talón/altepie (conocido como heel drop) es de 4mm, propio de muchas zapatillas de línea minimal que buscan una pisada más natural. No obstante aquello, estas Skechers incluyen unas plantillas extras, que otorgan mayor estabilidad -y 20 gramos extra- pero aumentan la altura del talón en 4mm, quedando en 8mm de heel drop para quienes están iniciando la transición a aterrizar con el medio pie y no con el talón, lo interesante es que el puente pivotante se siente más con la plantilla que sin ella.
A la primera postura su suavidad y lo livianas se hacen patentes, la sensación es lo más cercano a caminar con chalas Crocks, así de cómodas.
Mi tipo de pisada en la actualidad es de sobrepronador moderado y ha sido un trabajo de años fortalecer mis hiperlaxos pies planos. He pasado por varios modelos desde los abultados “Motion Control” (verdaderas botas de yeso hechas zapatillas), pasando por las poco menos gruesas zapatillas de “Soporte”, hasta las “Minimal” pero con control de pronación.
Los primeros rodajes los realicé a ritmos suaves y sin la plantilla extra, muy espaciosa zapatilla bastante acolchada y para mi grata sorpresa el puente pivote “M Strike” me daba un adecuado soporte en el arco del pie, el que se acentuaba aún más al colocarle la plantilla extra.
Luego las probé en ritmos de umbral aeróbico (propios de media maratón y maratón) y la respuesta fue óptima. Los pies se dejaban rodar fácilmente casi por inercia y el diseño de la zapatilla -aún siendo muy flexible- otorgaba un buen soporte.
Al tomar confianza y acumular kilómetros las utilicé en uno de mis trabajos en pista. Repeticiones de 400mt a 1’23’’. Lo livianas favorecían una fluida y rápida cadencia, sin embargo la suela resultaba demasiado blanda lo que le restaba respuesta en el despegue de la zancada y por ende velocidad (aclaro que la pista era de maicillo compactado).
Como conclusión puedo decir que es una zapatilla para corredores de pisada neutra a pronador moderado, con pesos inferiores a 75 kilos (para obtener una buena vida útil de la zapatilla), de buen rango: Desde trotes regenerativos donde su suavidad y amortiguación evita la transmisión de impacto en nuestros apaleados músculos, hasta ritmos de media maratón ó 10 km dado su bajo peso. Una zapatilla versátil con una relación precio/calidad difícil de igualar.
por Adrián Rodríguez (Miércoles 14 de octubre de 2014)
