VandeTastets: “Quedamos contentos con los resultados”


Race Report Ironman 70.3 Costa Rica 2017

Consideramos el 70.3 de Costa Rica en el calendario para tener otro puntaje para el ranking clasificatorio al Campeonato Mundial de Chattanooga, dado que en el 70.3 de Buenos Aires no se habían dado las cosas y el puntaje fue mínimo. Sin embargo, la misma semana del viaje a Costa Rica, confirmamos que estábamos los dos clasificados a Chattanooga. Seguimos adelante con la carrera pues toda experiencia suma y también pensamos en la posibilidad de que Pame viajara y quizás compitiera, como una buena oportunidad para cambiar de aire y recargar energías entre los Ironman de Florianópolis y Frankfurt. Salir de la contaminación y frío de Santiago, y tener un estímulo competitivo para permitirle mantener su forma física priorizando su recuperación nos pareció un buen plan.

Tenemos varios amigos ticos que hemos conocido gracias al triatlón, todos muy buenas personas, pero nunca nos habían contado mucho de su país. Sabíamos que era un país hermoso, con flora y fauna exuberantes, catalogado como el país del donde la gente es la más feliz en el mundo y por último, pero no menos importante, con café espectacular.

Todo esto lo pudimos comprobar durante nuestra estadía. Desde que llegamos a San José, notamos que todas las personas eran muy gentiles y educadas. Viajamos en auto hasta Playas del Coco, por carreteras mayormente de una pista y terreno sinuoso, donde frecuentemente se hacía taco por camiones que subían más lento las cuestas, pero todos los conductores iban tranquilos y respetando las normas y a los otros vehículos, ni una bocina escuchamos. Ah, y en los supermercados hay degustación de café de primera calidad!

En nuestro primer día en Playas del Coco, un amigo de Leo Chacón nos permitió entrenar en la piscina de su casa, una pista ancha de 25 metros. Luego, nos ocurrió algo que probablemente muchos vieron en Facebook. En la tarde salimos a reconocer el circuito de ciclismo, estaba nublado y anocheció antes de lo que pensábamos, rápidamente se fue toda la luz, no había más iluminación que la de los vehículos que circulaban y estábamos bastante lejos de nuestro alojamiento. Comenzamos a apurar el ritmo tratando de igualar un poco la velocidad con los autos y para llegar lo antes posible. Mientras, los autos nos adelantaban respetuosamente, sin un bocinazo o maniobra peligrosa. Ya pensando en parar y ver la forma de regresar a salvo, una camioneta nos adelantó, pero a los pocos metros paró y se puso detrás de nosotros, escoltándonos por más de 10 Km hasta el centro de la ciudad, donde ya era seguro seguir solos. Fue un error salir tan tarde y quedamos muy agradecidos e impresionados del respeto y tranquilidad con que ahí se vive.

Recién el viernes decidimos con seguridad que la Pame competiría, estaba inscrita y vimos que sería un aporte, además que el lugar y atmósfera invitaban a participar! Todas las características de la carrera le iban a resultar incómodas, ya que ha estado entrenando para circuitos totalmente diferentes. La natación caliente y sin wetsuit, las cuestas del ciclismo, el calor, el circuito de trote trabado, etc. Pero no había más presión que sacar un súper día de entrenamiento.

El domingo nos levantamos a las 4:00 a desayunar e hicimos un mini calentamiento en la piscina del lugar donde alojamos. En realidad fue una activación para moverse y despertar el cuerpo, recomendable cuando las condiciones lo permiten.

La partida fue puntualmente a las 6:15. La natación era un giro en sentido horario, el grupo partió muy abierto hacia la izquierda (o sea, alejándose de la línea de boyas) y decidí partir en línea recta y no nadar metros de más. Luego de unos 100 metros y mientras el grupo corregía el rumbo, me uní a ellos y a medida que se fue achicando, seguimos juntos 6 competidores hasta completar la natación.

La partida de Pame fue 5 minutos más tarde. Al inicio se sintió apagada, lenta y algo cansada, no tuvo la rapidez para mantenerse con nadadoras con las que estoy seguro que ahora puede nadar. En la mañana ella se tomó los preparativos con mucho más relajo de lo normal y no se dio cuenta que olvidó sus lentes de sol. Como estábamos relativamente cerca y había tiempo justo, fue corriendo a buscarlos y regresó apurada antes de la partida, transpirando y medio agotada, pero fue la decisión correcta ir a buscarlos, porque el sol y viento habrían estado muy pesados sin ellos. Sin duda aprendió que aunque no haya presiones debes hacer un chequeo doble de la mochila antes de salir! 

El circuito de ciclismo fue modificado el día anterior porque en una de las secciones el pavimento estaba muy erosionado y podía ser peligroso andar a alta velocidad, además que muchos perderían caramayolas y repuestos. Se sacó esta parte y se movió el retorno para comenzar el segundo giro (que originalmente estaba a unos 4 Km de la transición, pasada la cima de una cuesta) hasta el centro de la ciudad, quedando finalmente de 83 Km, con lo cual ahora la subida más larga y pesada se haría dos veces en vez de una.

Comencé el ciclismo en el grupo de 6, el ritmo en la primera subida fue muy alto y al llegar a la cima, quedábamos sólo 4. Desde ahí el grupo mantuvo un ritmo que permitió aumentar la ventaja sobre los competidores que venían más atrás. Los últimos kilómetros bajó notoriamente el paso y pensé en hacer un intento de separarme de los otros, pero probablemente hubiera sido un desgaste muy grande, ya que a esa hora el calor y humedad ya estaban duros, por lo que lo mejor era guardar piernas para el trote.


Pame mantenía el foco de una competencia más calmada, en el sentido de que la carrera tenía que ser lo menos destructiva posible, pero con un esfuerzo considerable, por lo que debía estar muy atenta a todo y siempre segura en el circuito. Sus transiciones fueron lentísimas, había mucho barro en el área de transición y decidió enjuagarse los pies en ambas para no arriesgar ampollas o heridas que pudieran repercutir posteriormente en el entrenamiento.

Comenzó el ciclismo en la 5ª posición, la que mantuvo durante todo el recorrido, sufrió bastante en las subidas, pero sólo se enfocó en ella misma, en su hidratación y alimentación (tomó al menos 4 caramayolas de agua y Gatorade).

Terminando el ciclismo, el grupo en que iba llevaba una ventaja de varios minutos, por lo que lo más probable era que la carrera se definiría entre nosotros. En la T2, Kevin Collington fue el primero en salir, con un ritmo fuertísimo los primeros kilómetros; yo salí en 4º lugar controlando un poco más el pase, porque sabía que el clima era la gran dificultad de esta carrera. En el Km 3 pude ubicarme en la 3ª posición y comencé a acercarme al 2º lugar. En la mitad del trote corrí por varios minutos a unos 10 segundos del 2º, pero en los últimos 5 Km la diferencia volvió a aumentar porque empecé a sentir el calor, tuve que caminar dos veces en los puestos de abastecimientos para enfriarme y poder ingerir más líquidos, llegando a la meta definitivamente en 3º lugar.

Pame también se tomó su tiempo en la T2, la chica que venía 6ª le descontó bastante en la transición y en el Km 3 la sobrepasó. Ella siguió enfocada en mantenerse en control de su carrera, de no dejar de hidratarse, alimentarse ni enfriarse todo lo posible, y también sufriendo en el sauna que se estaba convirtiendo el circuito. Como buena Ironwoman, alrededor del Km 10 empezó a sentirse muy bien, con mucha cabeza y paciencia comenzó a acercarse progresivamente a dos de sus rivales, pasó a la 5ª posición en el Km 16 y pudo ver que se estaba acercando a la chica que la había sobrepasado al inicio del trote. Iban a muy buen ritmo por lo que Pame tuvo que seguir apurando, en el Km 18 logró alcanzarla y para evitar un remate decidió sobrepasarla con un movimiento certero, y aguantó con las últimas energías hasta cruzar la meta.

Quedamos contentos con los resultados, cuando uno de los dos compite el otro siempre está apoyando desde afuera en todo lo necesario, pero es un gran desafío cuando nos toca competir juntos. Esta vez cumplimos los objetivos propuestos y disfrutamos enormemente de una competencia que tuvo de todo. Un circuito exigente con paisajes espectaculares, una súper energía de toda la gente apoyando y también un clima durísimo. Fue correr en el paraíso e infierno al mismo tiempo. Una carrera absolutamente recomendada.

Esperando nuestro vuelo de regreso pudimos tomarnos un día de playa (donde igual entrenamos, obvio!), recuperarnos, relajarnos y seguir disfrutando de este hermoso país.

Ahora seguimos enfocados full en la preparación del Ironman de Frankfurt para Pame y en septiembre el Campeonato Mundial Ironman 70.3 en Chattanooga.

Gracias por leer, pura vida!

Saludos a todos,

Pame y Felipe
www.vandetastets.com

Fecha de la carrera: Domingo 18 de junio de 2017

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