Pamela Tastets: “Sin prisa pero sin pausa”


Race Report Ironman Brasil 2017

Mi preparación a este Ironman, como la de todo el mundo, estuvo llena de desafíos e imponderables, pero estaba tan comprometida con esta carrera que nada parecía un gran obstáculo, incluso el tremendo resfrío que tuve la semana previa lo tomamos con la mejor actitud posible y sólo me enfoqué en la gran oportunidad de hacer un buen taper.

Al igual que en mi Ironman anterior mi forma física llegó bastante encima, planificamos las semanas de esta forma, sin embargo no puedo negar que en abril aún no me visualizaba completando ninguno de los 3 deportes en el Ironman. Fande fue fundamental en tranquilizar mis aprensiones y recordarme: vas a estar lista el 28 de mayo, ni un día antes. Lo entendí y seguí adelante, para nosotros el proceso es sólo constancia, hacer la pega: nadar, pedalear y correr. Lo defino en una frase que me encanta y es mi mantra, pues siempre me ayuda a lidiar con días que parecen no tan buenos: SIN PRISA PERO SIN PAUSA. Define muy bien cómo visualizo el compromiso de convertirme en una mejor triatleta, pues nunca jamás hago entrenamientos extremadamente buenos, nunca compito hasta el día de la carrera. Cumplo, pero no entreno más fuerte ni más largo de lo que debo, pues he descubierto que en esa línea se topa el ego con el sobre entrenamiento. Paso a paso y día a día se construye.

Tres semanas antes comencé a sentirme como buscaba, los watts en el ciclismo salían pero lo más importante, mi fiato con la bicicleta estaba en perfecta armonía, los ritmos del trote salían perfectos y la gran sorpresa era la natación, estaba nadando mejor que nunca. Se publicó el start list y esperaba que estuviera duro, por ser un campeonato regional que reparte muchos puntos y dinero. Pero en el papel la cosa estaba imposible, había unas 14 ó 15 chicas que con certeza me ganaban, pensé que no tenía nada que perder, pero me afectó, comencé a pensar que estábamos poniendo metas demasiado altas. Fande fue categórico y me convenció de que yo estaba al nivel, que en 10 días puliríamos aún más mi forma y que tendría los recursos para pelear frente a quien fuera.

Estuve disfónica hasta el viernes previo a la carrera, pero ya el miércoles cuando tomamos el avión me sentía mejor. Fueron días muy tranquilos, me gusta mantenerme en movimiento pero sin trabajos muy específicos. Me rodeé de pura buena vibra (la calma que necesitaba) y me dediqué a repasar una y otra vez mi plan de carrera y nutrición junto a Fande, esta vez también conté con el apoyo logístico de Cristián Espíndola, que llegó a Florianópolis el jueves.

Natación en 53:00! A pesar de ser menos de un 10% del tiempo total de la carrera, es la primera disciplina y la preparé con mucha dedicación, no con muchas horas ni metros, sino con mucha calidad y cabeza, volví a mis raíces, entrenando con Rafael Nieto. Supuestamente fui nadadora cuando chica, fui campeona nacional un par de veces, pero la verdad es que era bien floja y no sentía ni el olor al alto rendimiento, cada vez que descuido la natación, la pierdo y nado mal, sólo cabe recordar hace unos meses en Pucón saliendo en 32 minutos los 1.900 metros.

Además con toda honestidad les cuento que después de mi embarazo y el corte accidental del manguito rotador, durante años he sufrido innumerables ataques de pánico en el agua que me ha costado mucho superar. El último mes usé mucho el traje en la piscina, me sofoqué muchas veces, tan sólo para buscar esa sensación de desesperación que tengo en aguas abiertas, el trabajo duro pagó y el esfuerzo valió la pena porque comencé a sentir una seguridad que jamás había sentido.


Yendo al tema… logré salir 5ª del agua en un Championship! Estaba preparada mental y físicamente para una natación más difícil, los días previos al nadar contra la corriente y el oleaje me hacían reír sola. Pero el día de la carrera todo estuvo más sencillo y con corriente a favor, pero no tuve la suficiente velocidad en la partida y llegué a la boya de los 1.000 metros 10ª aproximadamente. En el largo de vuelta pude separarme del grupo y llegar a otra nadadora con la que finalmente salí del agua muy tranquila y concentrada.

Mi T1 fue decente, sigue siendo algo lenta comparado a mis rivales, pero en mi Ironman anterior (Barcelona) me demoré el doble que las demás así que hay progreso!

Al salir a la carretera pude ver por qué este circuito es tan rápido, se pedalea por la pista izquierda de cada calzada (por el medio) y los autos circulan por la derecha, hay movimiento de aire... por lo que era una invitación a la velocidad. A partir del Km 30 iba tercera en un grupo de 3, en estas condiciones me era muy fácil seguir mis watts y respetar la distancia. Una de las grandes favoritas iba ahí, por lo que constantemente teníamos moto de prensa y jueces alrededor. Las partes técnicas, giros, bajadas y la lluvia me acomodaban perfecto pues la verdad es que tengo muy buen dominio de mi Liv Avow, casi ni me salí de las barras y me mantuve en control permanente. El circuito me acomodaba y la lluvia aún más.

Al Km 45 justo cuando comenzaba a ver mi ubicación con respecto a las otras competidoras, el computador de la bici murió, hacía ruidos, yo apretaba botones y sólo sonaba. Estuve unos 5 minutos en esto y me di cuenta que no habría más watts, velocidad, splits, referencias de nada, sólo mi sensación. Me acordé de todas las sesiones de rodillo, con repeticiones macabras en las que sólo miré los archivos al terminar y mis números eran parejos, por lo que sumado a lo cómoda que me sentía en el circuito, supe que no estaba en problemas. Me enfoqué en ingerir mis calorías, hidratarme y mantenerme en carrera y a salvo en el pavimento mojado.

Llegué al giro de 90 km en la 5ª posición, feliz y agradecida de recibir todo el apoyo de los chilenos presentes y de Fande, obvio, que estaba con una bandera junto a Folo, Ricardo y Seba González. La punta seguía a unos 4 min, pero atrás pude ver que un gran grupo se acercaba.

Seguí enfocada en mí y en mi plan. Rellené el agua 2 veces por giro en exactamente los mismos puntos... mi plan de nutrición fue cumplido a la perfección.

En los retornos vi que el grupo que nos perseguía se había ido achicando, pero era cuestión de tiempo que nos alcanzaran. Así fue, en el kilómetro 130, llegaron 5 competidoras más, mi carrera dejó ser tan tranquila y controlada y se puso algo más caótica durante los siguientes kilómetros, íbamos con una moto de juez constantemente, hubo 2 penalizaciones, había frenazos, adelantamientos, ya no podía estar en las barras con tranquilidad sin acercarme demasiado. Me puse nerviosa, sentí que bajó el ritmo, había poco espacio, en una subida incluso me fui muy encima y de los nervios me salí hacia un cono y casi choco.

En el kilómetro 150 aproximadamente, con mucho positivismo me tranquilicé y acepté que así son las carreras competitivas, así son los circuitos planos y rápidos, así es cuando todas pedalean a un nivel similar, no puedes ceder, no puedes enfocarte en las demás, sólo en ti, en seguir tu plan y respetar las reglas. El Ironman no es sólo exigente físicamente, exige a nuestra cabeza tranquilidad, paciencia, determinación e inteligencia por muchas horas.

Mi ciclismo fue de 4:55 y me bajé 5a, pero junto a 6 chicas más. Creo que me apresuré un poco y las cosas no me salieron tan fluidas, quizás un poco desesperadas. Es un error grave para mí, porque soy como un motor diesel, debo respetar mis zonas, cualquier desajuste lo pago.

Había mucho apoyo de chilenos, me sentí orgullosa, una gran inyección de energía para afrontar la deseada y temida maratón de mi segundo Ironman! Físicamente me sentía muy bien, pero me costaba respirar normal, sentía el pecho oprimido y no podía setear con facilidad el pase, no fluía. En ese minuto no pensé en nada más que en mi nutrición, hidratación y mi pase entrenado, de 4'25''-4'30''/Km.

Llegué a Canasvieiras a afrontar las únicas subidas del circuito... no las forcé, pero eran durísimas. Fande estaba allá apoyándome, gritándome que siguiera el plan (asimismo estaban los entrenadores de todas mis competidoras). En la primera parte plana me di cuenta que tenía que subir un poquito el pase a 4'35'' aproximadamente, cambio de ritmo sutil pero perceptible, con algo de frustración recordé que la misión del maratón y el Ironman era correr con la cabeza, no con el ego, no sirve de nada ser el campeón de los primeros 10 ó 15 Km y luego arrastrarse. Cedí 2 puestos y seguí 7ª. Íbamos todas cerca en ritmos similares, la competencia estaba cerrada y estaba feliz de estar ahí.

Saliendo de Canasvieiras tras una terrible bajada y ya volviendo a Jureré (Km 12 aproximadamente), era todo "plano". El plan (en el papel) era acercarme a 4’20’’/Km. No pude, si lo hacía estaría forzándolo, seguía sintiendo el pecho apretado... razones o interpretaciones tengo muchas, pero no era tiempo para excusas. Busqué el ritmo más fluido y menos doloroso posible, 4’30’’ aproximadamente. Fui sobrepasada y seguí 8ª.

Los siguientes kilómetros fueron duros, saqué toda mi fuerza mental para no sucumbir a los pensamientos negativos de no poder correr al ritmo ideal preparado. Me sentía mal, respiraba mal, pero no importa cómo te sientas, sólo tienes que dar el 100%.

Llegué al giro de los 21 Km 9na, el apoyo de chilenos era impresionante! Una recarga y a seguir, al kilómetro 26 aproximadamente me di cuenta que atrás venían chicas corriendo muuuy fuerte! Enfócate y aliméntate, corre, corre... Peleé cada kilómetro, nunca me sentí bien, pero cada paso fue igual, mi cabeza exprimió al cuerpo y corrí muy muy parejo. Recordé al Negro Carlos Alberto Valdivia Castillo, sabía que estaba orgulloso de mi capacidad de hacer cada kilómetro parejo sin darme por vencida, deseaba que me viera, peleando... sintiéndome como las pelotas... casi lo escuchaba gritarme: te ves REGIA, ESTUPENDA!!!

Entre el kilómetro 30 y 36 mi pase subió un poquito más, 4’36’’-38’’ promedio. Sentía dolor, casi acalambrada, acepté una sal más, tomé Coca y Gatorade, me sentía desfallecer. En el retorno ya había visto a la 10ª chica corriendo demasiado cerca. Pensé en conformarme con el top 10 que había venido a buscar, total estaba entregando todo… En el último giro en U (Km 37-38 aprox.) me acerqué al 8ª lugar, su entrenadora le gritaba: No regrets, no regrets... Decidí tomarlo para mí, decidí tomar mi oportunidad y no arrepentirme de nada, en el kilómetro 39 con lo último que había en mí la adelanté, me siguió, comencé a correr como si la meta estaba en el 40, a los 500 metros dejé de sentir sus pasos, miré atrás, pero las 2 chicas estaban ahí. La que venía 10ª ya iba 9ª, y venía por mí.

La adrenalina subió y no quise perder la inercia de haber aumentado el ritmo, aunque todo continuaba doliendo… La última esquina y pensé, “¿qué son 5 minutos de tu vida?”. Comencé a huir de un remate y sin darme cuenta estaba rematando.

Miré atrás por última vez a 1 Km de la meta y venía ahí a unos 20 metros... Centré mis ojos en buscar ese montaje verde y no lo veía, me dolía hasta el alma y seguí apurando, ese kilómetro lo corrí con toda la furia que hay en mí a menos de 4’! La gente apoyaba! De las casas, terrazas y balcones podía escuchar gritos como “miren cómo rematan!” o algo así, y varios “vamos Pame!” que me dieron muchas fuerza. Con certeza sé que fue un sprint emocionante desde adentro y desde afuera!

Feliz y agradecida de ayudar al espectáculo… Pude ver a Cristian Espíndola tranquilamente sacándome esta foto y esperándome con la bandera de Chile! Esto es Ironman! Esto es lo que cualquier competidor sueña hacer, llegar a la línea de meta absolutamente vacío... yo no dejé nada. 3:12:45 fue mi tiempo del maratón, la que planificamos era alrededor de 3:08 pero yo di TODO lo que había ese día y ese es el punto que más me llena de orgullo y satisfacción.

8ª lugar campeonato regional Ironman Florianópolis, tiempo total 9:07:56, a 15 minutos del 1º lugar. Récord chileno en la distancia (bajando mi propio registro de 9:20:16). Fue una carrera cerrada y estoy muy orgullosa de haber sido parte de ella y haber estado en estándares tan altos y competitivos. Pero este resultado no me define, así como tampoco mis días malos. Estoy orgullosa de cada paso que he dado en este deporte, estoy absolutamente satisfecha por hoy, pero esto está lejos de ser suficiente.

Gracias a todos los que me siguieron en la carrera y que me han dado tanto aliento estos días!

Gracias a todos los que creen en mí y nos apoyan! A todos los que me tuvieron paciencia y no criticaron resultados preparatorios (y mediocres) en 70.3... sí, esta es la distancia donde soy capaz de dar el 100%.


Disculpen la demora en cerrar este reporte pero a pesar de que me entretengo escribiendo, todas mis energías están puestas en mi recuperación y en la próxima batalla. A 3 semanas del Ironman Frankfurt, Campeonato Regional Europeo, la verdad es que no puedo hablar de estrategia de clasificación, sino nuevamente dar lo mejor de mí. El circuito Ironman es tremendamente competitivo y en un sistema ridículamente anticuado, retrogrado y discriminador, sólo clasifican 35 mujeres a Hawaii, al contrario de los 50 hombres. Estar entre las 35 mejores del ranking frente a mujeres que tienen un nivel de profesionalismo impensado en Chile es muy difícil en muchos aspectos que no vienen al caso, pero el sueño de ser lo mejor que pueda llegar a ser no tiene fecha de caducidad, por lo que si no es el 2017 ya se vendrá… SIN PRISA PERO SIN PAUSA.

Gracias por leer 

Un agradecimiento muy especial a quienes nos ayudan a hacer posible lo impensado, insertarse al más alto nivel mundial en la distancia Ironman: Mitsubishi Motors, Skechers Performance, TIMEX, Gatorade, Clínica MEDS, Bloom Café, GIANT/Liv, Aqua Sphere, Rudy Project, Safetti, B-Active.

Pamela Tastets
VandeTastets

Fecha de la carrera: Domingo 28 de mayo de 2017

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