Felipe Van de Wyngard: La Paz y Viña del Mar 2012


CAMPEONATO PANAMERICANO LA PAZ Y COPA PANAMERICANA VIÑA DEL MAR

Dispares historias en dos fines de semana seguidos. En La Paz el 15 de Enero, todo bien; en Viña del Mar el fin de semana pasado, un mal resultado y varios días pasándolo no muy bien.

La Paz era el Campeonato Panamericano ITU 2012. Aunque aún era temprano en el año y llegaría con sólo 8 semanas de entrenamiento, no podía faltar, por ser el campeonato regional entregaba muchos puntos para el ranking mundial. La Paz es famoso por varias cosas, es un pueblo que ha crecido junto al triatlón, todos los habitantes y visitantes salen a las calles ambos días de competencia a alentar a los competidores y a apoyar en la organización del evento, y también es famoso por lo difícil que es llegar hasta allá. Yo siempre pienso que es lo mismo que le toma a un extranjero, por ejemplo, llegar a Pucón o Villarrica, pero en mis experiencias con La Paz (que también comparten otros), siempre ha ocurrido algo que lo hace más complicado. El día del viaje ya estaba en pie a las 4:30 AM para estar a tiempo en el aeropuerto, pero el vuelo salió retrasado una hora y media; el vuelo a Buenos Aires era a Aeroparque, pero a último minuto LAN informa un cambio arbitrario y aterrizamos en Ezeiza. Tomamos un bus a Aeroparque, un taxi al terminal de buses de Retiro y un par de horas de espera para salir a La Paz, inconveniente incluido el que nuestros pasajes reservados y emitidos no están en ninguna parte. Resumiendo, llegamos a destino pasado las 10:00 PM. La vuelta a casa fue algo similar, con más de 20 horas de viaje.

Como es tradición en La Paz, las carreras se programan para la tarde, lo que al menos me dio más tiempo de recuperación post viaje. El sábado compitieron menores y Age Group, con una cantidad impresionante de competidores y una cantidad impresionante de público, ese día en los breves entrenamientos que hice pude ver por qué este es el triatlón más grande y famoso de Argentina.

El domingo competimos los Elites, también en la tarde y también con el mismo ambiente del día anterior. Siendo año Olímpico, se sabía que el nivel de la competencia sería alto, con muchos atletas buscando puntos. La presentación de los atletas se inicia con una batucada tocada por un grupo local, que se extendió por varios minutos (cada vez que parecía que iba a terminar, seguían con más ritmos y el público, feliz). Después de la presentación nos suben a todos los competidores a varias lanchas y nos llevan río arriba. La natación partía río abajo hasta llegar casi a la altura de la rampa de salida al área de transición, desde donde había que hacer un giro completo y luego nadar río abajo para salir por la rampa, con la particular dificultad de nadar a favor, en contra y de lado a la corriente, además del agua turbia color café c#%*, donde ni siquiera te ves el brazo en cada brazada. Difícil porque al apuntar a las boyas si no calculas el factor corriente, llegas pasado, pierdes mucho tiempo y te puede costar la carrera. La natación me costó, entre los golpes y caos, no me resultó fácil lidiar con la corriente, después de estar muy bien ubicado durante el primer tercio, perdí varios lugares por no seguir la línea correcta, aunque finalmente logré mantenerme en el primer grupo. El circuito de ciclismo muy entretenido, con subidas, bajadas, curvas técnicas, etc. Lo principal era ir atento y con precaución, el circuito era estrecho para el tamaño del grupo (de unos 30), lo que se notaba especialmente en algunas curvas cerradas y en bajadas con curvas. Hubo algunos intentos de escapada que no resultaron, pero en el último de ellos, con Tyler Butterfield (de Bermuda, uno de los rivales por el New Flag) y dos argentinos, el grupo especuló y dejó que la ventaja aumentara paulatinamente hasta que lograron una ventaja considerable (que en definitiva le aseguró la carrera a Butterfield). Con una buena T2, salí a correr dentro del primer tercio del grupo, pero lento en los primeros kilómetros, los punteros se me fueron rápidamente y también me pasaron otros tantos del grupo. Sabía que siendo primera competencia de la temporada estaría lento, que me cuesta llegar al ritmo de carrera, pero la velocidad tenía que llegar pronto o estaría en problemas. En los primeros kilómetros alguien me gritó “vas 25”… Uff mal. En el Km 5 con suerte iba top 20, pero de a poco esa velocidad comenzó a llegar y avanzando poco a poco y ganando lugares. Los punteros ya iban lejos, pero en los últimos giros la diferencia se mantenía, buen indicio de ir al ritmo correcto. Quedé satisfecho con el 9° lugar, con el objetivo cumplido de puntuar dentro de los 10 primeros y comenzar con el pie derecho una temporada que requerirá mente y nervios de acero, mantener la planificación y estrategia de puntuación, y pelear cada punto hasta el último metro en cada carrera.


Vande corriendo en La Paz

Por otra parte, Viña fue completamente lo opuesto. A pesar que durante la semana me enfoqué en la recuperación, en estar lo más descansado posible y con entrenamientos ligeros, sólo muy poca intensidad para mantener las piernas más rápidas, el viernes comencé a sentirme mal. En la mañana un control de rigor en el CAR con la urea extremadamente alta ya me indicó que había algo raro, luego vinieron nauseas, dolor de cabeza, algo de mareos y fiebre. Nada tan fuerte como para dejarme botado en cama, pero pasándolo mal. El sábado lo mismo, el domingo amanecí mejor, pero sin la energía habitual, más decaído. A posteriori, el lunes el doctor me chequeó, diagnosticó un entero virus, que se sumó a una herida en un pie que me traje de la carrera en La Paz, que se infectó profundamente. En resumen, tenía el sistema inmunológico por el suelo y todo el cuerpo peleando contra virus y bichos. Nunca me cuestioné el competir, la mayor preocupación era que el malestar pasara y poder partir tranquilo el domingo.


Vande corriendo en Viña

Pero vamos a la carrera. La playa El Sol estaba calma como nunca, el agua cristalina, se veía el fondo varios metros mar adentro y olas pequeñas, muy pequeñas. La natación fue más fácil de lo acostumbrado en Viña, al menos en lo que a las condiciones se refiere, porque el ritmo de nado siempre es rápido. Sin hacer una gran natación, logré salir en el primer grupo, hubo pequeños cortes en la T1 y los primeros kilómetros, pero luego todo el grupo se volvió a juntar y rodamos juntos todo el recorrido, salvo una escapada final donde el británico que ganó y uno de los estadounidenses abrieron cierta ventaja para empezar a correr. Nuevamente salí corriendo dentro de la primera mitad del grupo, también más lento de lo que esperaba, pero confiando en que normalmente mis segundas mitades son mejores. Sin embargo, recién completando el primer giro (de cuatro), ya iba desgastado, apretado y con tranco corto, con las piernas cansadas, por más que trataba de apurar y alcanzar siquiera a los que estaban justo delante de mí, no podía. Me sentía pésimo corriendo y lo único que me mantuvo corriendo era tener a mi gente más cercana, a mi señora, mi papá, mis entrenadores, a muchos nuevos amigos que he hecho en esta nueva etapa, que veían que iba mal, sufrieron conmigo pero me apoyaron constantemente y me entregaron toda su energía. Gracias a todos ellos y a al público, que también apoyó con todo.


Vande con parte de la barra: Felipe Carriel, Pamela Tastets, Marcos Burgos y Rodrigo Nilo


Gaspar Riveros, Pamela Tastets, Felipe Carriel y Pilar Caviedes (en la barra también estaban Carolina y Vicente Trewhela)

Me ubiqué en el lugar 14°. Fue un mal resultado. De todas formas puntué, pero menos de lo que esperaba. Repasando la carrera más en frío, luego del diagnóstico médico, me di cuenta que no competí tan mal, pero a la vez no en mi nivel, no rendí lo suficiente para el objetivo que tenía. Después de la carrera la infección en el pie empeoró, se hinchó bastante y fue necesario comenzar a tomar antibióticos, junto con un par de días de descanso para que el cuerpo se rearmara. El pie ya está mejor y la urea, en nivel normal.

Esto aún no es mayormente incidente en el ranking, pero con mi “head coach” Pame y el equipo técnico, tenemos que evaluar la posibilidad de incluir otra competencia para reemplazar este bajo puntaje, o bien mantener el programa de la temporada y buscar mejores puntajes en las próximas fechas. Por ahora, vienen semanas importantes de entrenamiento pensando en la próxima carrera, la Copa Panamericana de Salinas, Ecuador, a principios de Marzo.

Felipe

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