Carolina Color Stenger: "Ese era MI regalo de cumpleaños"


Race Report Ironman Brasil 2017

La idea de hacer un Ironman, más que un desafío deportivo entra en la clasificación de “crisis de los 40”, cuando ya se avecinaba esa “temida” cifra, decidí que celebraría mi cumpleaños con un IM, y bueno Floripa es al mes siguiente de ese upgrade tan manoseado por Arjona, por lo que fue la elección ideal (por cercanía y accesibilidad).

Pero claro, nada es fácil, luego de mi participación en el Mundial 70.3 quedé con una lesión en mi pierna que no ha sido fácil diagnosticar, la que me dejó fuera de varias carreras, periodos de reposo, llegando a Pucón con un nivel muy bajo de entrenamiento.

Lo bueno que la lesión sólo aparece cuando realizo trabajos de intensidad, por lo que los fondos andaba perfecto, así que con mi coach Tomás Rivera partimos el proceso de entrenamiento, él muy preocupado de los descansos y tiempos de recuperación nos obligaba a tener el domingo o sábado de descaso, lo cual era perfecto para mí que tengo 3 niños que quieren a su mamá por las mañanas.

Y bueno como las crisis no llegan solas tuve cambio de cargo en mi trabajo con horarios que me obligaban a entrenar sola, ya que salía a las 20 horas en la semana y con turnos algunos sábados, así que difícilmente logré entrenar de acuerdo al plan en la semana, promediando harto menos horas de entrenamiento de lo planificado.

Los largos, previamente coordinados en casa, los cumplimos con mi equipo súper ordenados, con apoyo en ruta y saliendo muy de madrugada para llegar a casa temprano, les agradezco a ellos el acomodarse a mis tiempos y disponibilidad, nunca hice un pedaleo sola!

Llegué a Floripa con mucho miedo, sentía que debería haber entrenado más (siempre tengo esa sensación), pero veía que mi coach confiaba que el proceso estaba ok, por lo que me entregué a lo que fuese.

Después de dejar coordinada la casa y trabajo desarmé bici, armé maletas y partí, esta vez viajé sola, por primera vez… un poco asustada por mi gran problema de GPS, haríamos escala el Sao Paulo, seguro que me pierdo me decía (en mi círculo cercano soy Dorys de buscando a Nemo).

Ya en el avión me siento con dos triatletas también debutantes en esta distancia, Arnoldo Toledo y Juan Pablo Urrutia, nos hicimos amigos rápidamente y gracias a ellos llegué a Floripa y no a Houston.

Daygoro, Juan Pablo Urrutia, Color, Arnoldo Toledo y Cristia Duco

Ya en Florianópolis mi equipo me esperaba, el ambiente era de fiesta, muchos chilenos, nos reímos mucho de nosotros y de todo, disfrutamos de una tormenta con rayos en la playa post cena de pastas… era mi fiesta de cumpleaños.

Y llego el día de la carrera, generalmente me cuesta mucho dormir pre carrera , pero esta vez fue la excepción, descansé muy bien, y a las 4:00 ya nos levantamos, desayunamos tranquilos, hartas tallas y risas, el clima era relajo en la casa estudio. Nos fuimos con tiempo al parque cerrado, el ambiente era festivo, ansiedad, muchos chilenos , abrazos y los mejores deseos con el que se cruzaba, como siempre Trichile presente haciéndonos sentir en casa.

Y bueno, en la playa antes de partir los nervios me invadieron, el agua no es mi fuerte, más mi problema de GPS es una muy mala combinación.

Para mi sorpresa fue un nado tranquilo y fluido, me acordaba de los consejos de una triatleta norteamericana que conocimos (66 años, 29 IM y 13 KONA con este que también clasificó) "Swim leg is warming-up", por lo que hice un nado sin gran desgaste, era el calentamiento para lo que se venía.

Ya en la bicicleta sólo me concentraba en no estar muy pegada a un grupo, por lo del draffting y de comer de acuerdo a lo planificado, la ruta, a pesar de la lluvia daba para agarrar mucha velocidad , pero me acordaba de Tomás Rivera, casi lo escuchaba diciendo “dosifica Color, es un IM , te falta el maratón”, adelantaba a un grupo y luego regulaba , ahí entendí porque usan los potenciómetros, siempre pedaleé con la duda de estar haciéndolo bien, las sensaciones eran buenas, pero me faltaba correr.

Agradezco que el enlace con el de arriba haya estado correcto, tuve dos eventos en los que me salvé de una caída, el primero por una "ola", bueno, quizás olita, que un auto me tiro mientras pedaleaba, desestabilizándome y haciéndome rogar a todos los santos para no caer. El segundo, me encontraba concertada pedaleando y escucho que el juez que estaba muy cerca dice algo que no entiendo y atrás mío todos gritan algo... chucha debo ser yo, miro para atrás y me señalan mi rueda, había dejado mal amarrada mi cámara de repuesto y parecía una cola volando desde mi sillín, al bajar la velocidad para detenerme y arreglarla se mete en los rayos y nuevamente me salvé de caer.

Cuando llegue a la T2 me sentía ganadora, había terminado el ciclismo en donde existen tantos factores que no dependen de uno, pinchazos, accidentes y sobre todo con una lluvia como las que nos tocó.

Ahora soy yo me decía, dependo de mis piernas, de alimentarme y correr pa delante porque pa´trás no se correr.

No lo he comentado, pero aparte de despistada soy pésima con la tecnología y si mi Garmin estaba programado por mi compañero Daygoro para que midiera toda la carrera me las arreglé para desconfigurarlo durante el nado, por lo que no tenía registro de nada, así que jamás supe en que tiempo total iba.

Estaba tan feliz y entera corriendo, la gente que me alentaban en le camino era un real golpe de energía, sabía que en Chile estaban conectados siguiendo mi carrera por lo que cada vez que pasaba un control de chip me imaginaba mis amigas, equipo, mis hijos y familia gritándome alentándome, hasta los podía escuchar (claramente se debe a la falta de O2 cerebral, en fin fui feliz con eso).

Llego el km 37, puta el km eterno!, en el 38 girábamos y había un control, no llegaba nunca, hasta escuchaba a una amiga diciendo “que le paso a esta loca! seguro partió corriendo pa otro lado”, llovía, ya estaba oscuro, tenía hambre y me dolían los pies por ampollas que después descubrí, hasta que apareció el bendito giro y me llené de energía, se me pasó todo, sólo 4 km, que se me hicieron mas fáciles gracias a la gente que estaba a pesar de la lluvia animando, apoyando y escuchaba a Tomás “Color siéntete livianita, dale no más”… luego entré a ese pasillo previo de la meta con el público gritando, no podía respirar de la emoción , las lágrimas brotaban solas y mi corazón a tope, LO HABÍA LOGRADO! PODÍA!

Bienvenida mis 4 décadas!, me di cuenta que nací para esto, quería hacer menos 12 horas y para mi sorpresa me entero en la meta que hice 11:01!! Ese era MI regalo de cumpleaños.

Terminé Feliz y con ganas de más IM!!!

Carolina “Color” Stenger

TriCostas

Fecha de la carrera: Domingo 28 de mayo de 2017

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