Entrevista Luis Alberto Simian


Luis Alberto Simian fue uno de los 150 valientes que se animaron en el primer Triatlón realizado en Chile el 8 de diciembre de 1984 y también estuvo en el primer Pucón en 1986. En ese primer triatlón en Chile, Luis Alberto Simian corrió con el #18 y fue 90° en la general y 6° en la categoría C (suponemos mayores de 40) con un tiempo de 2:26:34 con parciales de 22:45, 1:20:17 y 43:32. Se colocó por detrás de Juan Orellana, Santiago Gordon, Aníbal de Bandi, Ignacio Osses y Gonzalo Vigil. Este último siguió compitiendo por muchos años.

Nos encontramos con Luis Alberto en la conferencia de prensa del IronIquique a comienzos de julio de 2012. En su calidad de Presidente de Zofri y auspiciador de la carrera hizo el lanzamiento oficial del evento y contestó algunas preguntas a los periodistas. No podíamos perder la oportunidad de recordar viejos tiempos y nos animamos en una entretenida conversación en torno a esos primeros triatlones en Chile. De ahí surgió la idea de hacer esta entrevista que compartimos con ustedes.

Siempre he sentido mucha admiración por personas como Luis Alberto Simian. En general por aquellos que llamamos innovadores y que son capaces de liderar, generar cambios e inspirar nuevas ideas. En este mundo lleno de imitadores, son pocos los innovadores. Personas que se manejan en la incertidumbre como pez en el agua, sabiendo que es allí donde se presentan las oportunidades. Los innovadores exploran sin temor y no le teman a lo desconocido. Siempre me pregunto ¿Qué habrá pasado por la mente de esos primeros valientes cuando estaban alineados en la línea de largada? Algunos tienen esa habilidad natural para enfrentar esas situaciones y muchas veces logran posicionarse siempre en lugares de privilegio.

Luis Alberto Simian tiene hoy 69 años, está casado y tiene 3 hijos. Economista de profesión y destacado empresario, es hoy gerente general de Importadora Santa Alicia en Iquique y Presidente del Directorio de ZOFRI. Siempre estuvo ligado al deporte, tanto como dirigente del fútbol (Colo Colo y Magallanes), como deportista amateur: atleta de fondo senior, ciclismo y ski, entre otros. Por supuesto también fue triatleta en los inicios de la disciplina.

¿Cómo fue ese primer Triatlón en Chile en 1984? ¿Cómo se preparó?

Antes de referirme a ese ya mítico primer triatlón hay que hacer un poco de historia personal. En 1984 había cumplido 40 años y como todo “cuesco cabrera” de la época dedicaba demasiado a trabajar y dejaba poco tiempo para otras cosas. Por ello había logrado sobrepasar con éxito la barrera de los 100 kilos de peso. En la celebración de mis 40 años un invitado me acusó de estar “reventado”. A ello con whiskey en mano respondí que: “Cuando lo quisiese podría correr el maratón de NY”. Se cursó una apuesta. Quedé ofendido, pensativo y herido por el cruel comentario. Lo que en su momento consideré un insulto resultó ser el mejor aliciente para lograr una mejor vida en los últimos 30 años. Rumiando mi rabia decidí correr el maratón de NY el año 1985. Para ello había que prepararse. En mayo de 1983 dí los primeros pasos de corredor de largo aliento logrando trotar unos 500 metros antes de empezar a sufrir dolores y ahogos. Pensé que no era mi destino el ser corredor de distancias. Sin embargo, persistiendo, al día siguiente logré más de un kilómetro y así en días sucesivos fui aumentando las distancias para lograr trotar 10K sin detenerme. Si mi tiempo después de 2 meses pudo haber sido de alrededor de una hora, un año después en un 10K por las calles de Santiago logré un tiempo de 39 minutos en la distancia. ¡El atleta había nacido y ya estaba enviciado! La meta estaba clara - NY Marathon ’85.

En las distintas carreras de calle empecé a conocer a mis congéneres trabando amistad con algunos de ellos. Empezamos a correr en grupos entusiasmandolos para ir a NY. Al final fui solo y el primer chileno en participar en ella. En el proceso de preparación se supo que a fines de 1984 se llevaría a cabo en Chile el primer triatlón organizado por Enrique Cuadra, Pepe Koiffman y Rafael Quiroga. Se publicita y algunos de los corredores senior tomamos la decisión de participar. En mi caso no era ni nadador ni ciclista. Por ello en noviembre de 1984, un mes y días antes de la prueba, solicité a Claudia Cortés eximia nadadora y triatleta “enseñarme” a nadar. Durante el mes nadaba, pedaleaba y corría a diario elicitando variados comentarios de mi entorno y familia. Pensaron que estaba enajenado. Me había puesto monotemático (o tritemático). Sin embargo había recuperado mi estado físico, bajado de peso y logrado una gran mejora de mi estado de ánimo. Estaba para todo. Los triatletas en ciernes en 1984 formamos un grupo unido dándonos apoyo mútuo y compartiendo las incertidumbres de lograr la hazaña inédita de completar 400 metros de natación, 60 kilómetros de ciclismo y 7+ kilómetros de trote todo ello seguido. La prueba despertó curiosidad y gran interés hasta el día 8 de diciembre de 1984 en que se dio la largada al Primer Triatón de Chile en la laguna Carén de la comuna de Pudahuel. El venue para la natación no pudo ser peor elegido pero al parecer era lo único factible. Las condiciones sanitarias de las aguas de la laguna eran bastante dudosas. De hecho varios de nosotros nos vacunamos contra el tifus. El tramo de ciclismo se efectuó por la ruta 68 hacia el poniente hasta la entrada del túnel Lo Prado regresando hacía el centro por la misma ruta tomando Américo Vespucio para llegar hasta los pies del cerro San Cristóbal en el sector la pirámide. El track pedestre final nos llevó a subir el polvoriento camino en construcción que nos acercó a la meta por la autopista Arturo Merino Benítez (hoy Costanera Norte), Escribá de Balaguer hasta el Estadio Santa Rosa de la UC. En el trayecto ciclista y pedestre se destacó el compañerismo entre los participantes. Animábamos a nuestros contrincantes para instarlos a seguir en carrera y ayudábamos a los que experimentaban problemas mecánicos con sus bicicletas. Extenuados pero felices íbamos cruzando la meta ubicada al interior del Estadio de la UC. Nos abrazábamos y felicitabamos los unos a los otros por la gran jornada cumplida. La premiación se llevó a cabo en la tarde en el mismo estadio y tuve la suerte de recibir una medalla que conservo hasta el día de hoy como uno de mis más preciados objetos. Crucé la meta en el sexto lugar de mi categoría.

¿Cuántos triatlones corrió? ¿Cuál de ellos recuerda en particular y por qué?

A partir de ese día de diciembre de 1984 era un triatleta o al menos me sentía uno. Corrí varias veces más hasta que el deporte se profesionalizó y dejó de ser una agrado para nosotros los aficionados de edad madura. Entre aquellos que recuerdo incluyo el Segundo Triatlón de Santiago realizado en el tranque Rungue en el que el tramo de ciclismo se realizó en la carretera Panamericana Norte, subiendo por la Pirámide con la meta ubicada en el Hotel Sheraton. También Pucon ’86 en un día frío que al menos a mí me costó un mundo salir del agua fría e iniciar la trepada en bicicleta desde la subida Antumalal hacia Villarrica. Recordemos que en esos tiempos no utilizábamos y personalmente nunca tuve un traje de goma. Tanto las bicicletas como las zapatillas tenían una tecnología muy inferior a lo disponible en la actualidad. Notables performances fueron logradas por talentosos triatletas mayores que se inciaron en la actividad bien pasado los 40. Ente ellos Mañungo Lira y Gabriel Donoso que se confundían con deportistas de elite como Santiago Gordon y Miguel Droguett. Luego abandonamos el triatlón y el grupo continúa realizando actividad física menos intensa. El día del maratón de Santiago 2011 corrí mi última carrera de 10 kilómetros. Hoy soy sólo un caminante lleno de gratas memorias.

A lo largo de su carrera profesional y desde distintos cargos ejecutivos Ud. ha apoyado el Triatlón con auspicios ¿Por qué?

En los casi 50 años de profesión he desmpeñado actividades en distintas industrias. La aparición del triatlón en Chile como disciplina me encontró con 20 años de trayectoria y en cargos que permitieron tomar decisiones respecto de apoyo al deporte. En mi cargo de gerente de Lucchetti S.A., desde 1989 hasta 1994 tuve el privilegio de poder apoyar la actividad como auspiciador y como proveedor de las famosas tallarinatas realizadas la víspera del evento. En 1990 se llevó acabo el Primer Triatlón de Isla de Pascua en el que Lucchetti fue principal auspiciador. Se charteó un avión comercial que nos llevó a la isla. Nos acompañaban en esa ocasión Julie Moss y Mark Allen estrellas de nivel mundial que hicieron del evento un éxito. El evento no se realizó al año siguiente por el advenimiento de la Guerra del Golfo que puso en peligro el abastecimiento de combustible en el mundo. Nuestro triatlón no era una prioridad y por ello no se llevó a cabo. En la primera edición aprendimos de las curiosas tradiciones de nuestros compatriotas isleños quienes al ver el parque de bicicletas llegados a la isla procedieron a apropiarse de muchas de ellas para horror de los recién llegados. Los Rapa Nui comparten los bienes entre ellos y también con los visitantes.

¿Cómo ha visto la evolución del Triatlón Chileno desde aquel primer Triatlón en Carén en 1984?

De los humildes inicicios de la actividad hasta el presente mucho se ha logrado para la actividad a nivel internacional y desde luego local. Recordemos solamente que el triatlón hoy es un deporte olímpico y federado en Chile. “In ilo tempore” eramos un grupo de amigos realizando un desafío cuyo resultado inicial desconocíamos y muchos menos anticipabamos su futuro. El entusiamo y profesionalismo de los cultores del deporte que ahora masivamente incluye mujeres hace que esté instalado en el país por mucho tiempo. Ni hablar del equipamiento de los triatletas de siglo 21. El alza del nivel económico del país ha permitido la llegada de productos y equipos inpensados para los pioneros del siglo pasado. En mi caso particular creo que el presente del deporte es mucho mejor de los que fue antaño por romántico que ese haya sido. Siento una sana envidia por lo que la actividad ofrece hoy. Gócenlo muchachos.

¿Qué expectativas tiene con el IronIquique? ¿Le parece que puede transformarse en una de las carreras más importantes de Chile? ¿Por qué?

Iquique es una ciudad con pretenciones de ser destino turístico. Cuenta con un envidiable clima todo el año y tiene espacios inigualables para realizar deportes. Sus playas, costanera y carreteras permiten hacer triatlón en el período de invierno en el hemisferio sur. No existe mucho que ofrecer al turista más allá de los atributos antes indicados. Por ello la posibilidad de incrementar la importancia de la prueba en el circuito nacional e internacional se incrementa en la medida que la cobertura y promoción la haga atractiva y no sólo sea la prueba en sí, sino también asociada a otras actividades deportivas. La posibilidad de establecer incentivos monetarios permitiría un desarrollo mayor asociado con el municipio y otras empresas de la región.

Entrevista realizada en diciembre de 2012

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