Cuesta Ibacache

Hacer la cuesta Ibacache es remontarse a la profunda historia de Chile, ya que esta cuesta era hasta finales del siglo XVIII, paso obligado para quienes transitaban entre Santiago y Valparaíso, pasando por Melipilla, Bollenar y la cuesta hasta Casablanca. Recién en 1797 el Gobernador Ambrosio O´Higgins manda a hacer la cuesta Zapata con lo que acorta el viaje de 180 km a 140 km. Las carretas tiradas por bueyes demoraban entre 7 y 8 días en realizar el viaje, mientras que los coches arrastrados por caballos hacían el viaje en dos o tres días. También era llamado Camino de las Damas, ya que por esta ruta, aunque más larga, se evitaban las durísimas cuestas de Lo Prado y Zapata.

Nuestra aventura (junto a Mauricio Donoso) se inició a las 8:15 AM del 1 de noviembre pasado desde Calera de Tango con destino a Algarrobo. El primer desafío fue la cuesta Barriga que nos recibió con una ingrata llovizna y no sólo nos empapó sino que nos hizo la bajada más tensa de lo habitual. En el km 45 de nuestro paseo se llega a María Pinto y seguimos en dirección al sur oeste hasta el cruce con el camino F-74 justo antes de llegar a Bollenar. De ahí se pasa por Chorombo donde nos encontramos con una casa enorme abandonada muy antigua que merece una foto. Es la mejor chiva para tomar un poco de aire. Un poco más allá y llegamos a los pies de la famosa cuesta.

Comenzamos a medir la altimetría en el puente Magdalena, aproximadamente 3 km antes que comenzaran las primeras pendientes. Se sube fácil. La pendiente promedio es del orden de 5% y encontramos tramos muy cortos de hasta 10%. Son 4 km subiendo y llegas a la cumbre justo en el límite regional. Hasta ahí aunque el trayecto es bellamente sorprendente me estaba quedando con gusto a poco. Comienzas a bajar por un vallecillo realmente hermoso. Plato grande y a ponerle hasta Casablanca, pensé. Pero al poco rato te encuentras con la sorpresa: comienzas a subir nuevamente. Esta vez un poco más corto, entre 2 a 2,5 km con una pendiente similar a la anterior. Cuesta traicionera debería llamarse. El camino hasta este punto es excelente, prácticamente como recién asfaltado. Como pueden ver en la altimetría (que está en millas y pies) se sube de 600 pies (180 msnm) a 1.400 pies (425 msnm) estando las 2 cumbres prácticamente a la misma altura.

Ahora si comienza la bajada definitiva. El camino se deteriora un poco a partir de este punto y sugiero estar muy atento. Pero no todo es bajada, ya que nos encontramos con unos repechos de 200 a 400 metros como para pararse en los pedales y poner plato chico. También cambia definitivamente el paisaje, pasando de una zona agrícola a una forestal típica de la costa con eucaliptos y pinos. A los 4 km cuesta abajo, en el sector de Maitenes nos encontramos con una disyuntiva: seguimos derecho en dirección a Casablanca o doblamos a la izquierda hacia Lagunillas. Ambos caminos desembocan en la carretera Casablanca-Algarrobo. Seguimos derecho, Lagunillas tendrá que esperar para la próxima. Ya casi con 100 km en el cuerpo finalmente llegamos a la F90 (Casablanca-Algarrobo) carretera que si bien tiene harto movimiento posee una berma anchísima lo que la hace muy buena para entrenar. Nos encontramos con nuestros amigos triatletas Claudio Fuentes, Iván Peña y Julio Calisto que nos fueron a buscar desde Algarrobo e hicimos los últimos 30 km en compañía a buen ritmo. En total 127 km y 4 horas 30 minutos de pedaleo efectivo. Ducha y a la casa de Julio Calisto y María Luisa Ovalle para disfrutar de un excelente asado y la buena compañía y conversación con los 5 aventureros más Gabriel Villalobos y respectivas señoras.

_{Por Ricardo Cumplido (Martes 05 de noviembre de 2013)}

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