John Medina: "Una gran experiencia deportiva pero sobre todo de crecimiento personal"

Race Report: Celtman! Extreme Scottish Triathlon 2022

Celtman es una carrera de triatlón que forma parte del circuito Xtri World Tour, al igual que Patagonman. Se desarrolla al norte de Escocia, en las Highlands, a unas 5 horas de Edimburgo.

Foto: Steve Ashworth

La competencia se desarrolló el día 18 de Junio, pero yo llegue el lunes 13 para adaptarme a la diferencia horaria y al clima, lo que me permitió entrenar muy suave y conocer un poco la zona.

Foto: Steve Ashworth

Esta competencia es de punto a punto y la natación se inicia en una playa a las 5 am. en donde se debe llegar a otro punto en donde se ubica T-1. La distancia es de 3.4 kms con un agua a 11° C y con muchas medusas, que dificultan bastante la natación, porque al tener contacto con la piel provocan mucha irritación y quemaduras. Se da la salida y comenzamos a nadar, sin problemas llegamos a una isla cercana a la zona de salida y aparecen muchas de esta “jelly-fish” que hacen que todos los nadadores las esquivemos y tratemos de no contactarlas.

Foto: Steve Ashworth

En lo personal logro pasar sin problemas y salgo bastante bien del agua en 1:04. Mi soporte me acompaña y me ayuda a secarme y ponerme ropa de ciclismo; tricota, culotte y chaqueta de invierno, guantes y un gorro debajo del casco, ya que, aunque están en verano la temperatura en ese momento era de unos 6 a 7 grados y había mucho viento.

Foto: Steve Ashworth

El circuito de ciclismo es de 202 kms. Con una altimetría de 2.200 mts. Pero la principal dificultad de ese día fue el viento y la lluvia, que en algunas partes se transformó en granizos. Los paisajes son muy hermosos e imponentes, muy parecidos a nuestra Patagonia, pero el clima no nos dejó disfrutarlo mucho y puso a prueba la capacidad de aguantar el sufrimiento, especialmente en los últimos 30 kms, en donde el viento pega de frente y son falsos planos del 2 a 3 % de inclinación. En la bicicleta comí todo lo que pude, barras de proteína, geles, snickers y mucho líquido.

Foto: Steve Ashworth

Finalmente me bajo de la bicicleta en 7:35, un poco mareado pero listo para la última parte.

Foto: Steve Ashworth

Me cambio con la ayuda de mi soporte y a correr, muy lento, ya que es un circuito de trail running y rápidamente aparece la primera cuesta. El objetivo es llegar a T-2 A, un punto de control y seguridad, ubicado a 17 kms. De T-2, antes de las 4 de la tarde (11 hrs. de competencia), para poder subir a la parte alta de la montaña y optar a la polera de finisher de color azul. Los atletas que llegan pasada esa hora de corte solo pueden hacer el recorrido bajo y optar a la polera de finisher de color blanco. Nunca pensé que sería tan difícil llegar ahí en ese tiempo, pero el recorrido tenía mucho barro, charcos y subidas. No active el reloj y solo corrí sabiendo la hora del día y mis sensaciones. Llegue a un puesto de abastecimiento a las 15:15 hrs y me dicen que quedan 7 kms. para el puesto de control, por lo que corrí con todo lo que me quedaba, no había viajado desde tan lejos para darme por vencido tan fácilmente.

Foto: Steve Ashworth

Llegue a T-2 A en 10:49 min. Otra parte cumplida, aunque debido a las duras condiciones climáticas la montaña se cerró y por razones de seguridad todos hicimos el circuito bajo. No tenía mucha altimetría, pero el sendero estaba lleno de barro, piedras muy resbalosas y muchos charcos con agua. Durante esta última parte de la carrera nos tocó mucho viento y lluvias muy fuertes, hasta que finalmente salimos de la montaña y nos acercamos a la esperada línea de meta, junto a mi soporte, ya que en esta parte es obligatorio correr con él.

La meta es muy sencilla en una pequeña villa llamada Torridon, pero la gente es muy amable y ese día, en especial, debido a las duras condiciones climáticas, todos los finishers fuimos muy felicitados.

Foto: Steve Ashworth

Esta era la décima edición y solo el año 2017 también se había cerrado el circuito alto en la montaña.

Al otro día se hace la ceremonia de entrega de las poleras, ya que no se entregan medallas, y en la tarde se hace una entretenida fiesta de finalización, con bailes típicos (céilidh) y muchos atletas con sus faldas características.

Foto: Steve Ashworth

Personalmente me deja muy satisfecho haber logrado el objetivo de ganarme esa polera de Finisher azul, ya que hace solo tres semanas corrí en el Ironman Brazil y era difícil la recuperación de ese gran esfuerzo. También conocer mucha gente que me trato de forma increíble. Sin lugar a dudas fue una gran experiencia deportiva, pero por sobre todo de crecimiento personal.

Un gran agradecimiento a mi esposa Yasna y mis hijas Martina y Kari, que son mi gran soporte en el deporte y en la vida.