Héctor Rojo: Aguas Abiertas y X-Country Nocturno en Aculeo 2011
Para no ser menos quiero aportar con un granito de arena con este Race Report del fin de semana recién pasado en Aculeo.
Como varios sabrán me planteé el desafío de correr dos pruebas extremas en menos de 24 horas, sólo para probarme y no con muchas pretensiones. Era sólo por hacer un entrenamiento más largo… la gran mentira!!!
Se trataba de nadar 5.000 metros en la mañana y correr un cross de 26 K en la noche, ambas pruebas organizadas por Olimpo en el Camping Los Álamos.
Hasta allí llegó papá mono con camas y petacas (carpa, saco de dormir y parte de la familia), me acompañaba “El piojo” (así llamaban a mi hijo cuando entrenaba en la rama cuando tenía 8-9 años), nieto y nuera, muy temprano en la mañana.
Pues bien, estaba todo montado para la natación… excepto que todavía no se colocaban las boyas. Pero con la valiosa ayuda del “Cate” y su inseparable Zodiac, ayudado por un GPS se montó un triángulo de 800 metros aproxidamente por lado, quedando todo listo para partir cerca de las 11:00 AM… excepto por otro detalle… La parte costera del camping estaba embancada con mucho fango, de modo que hubo que realizar la partida 100 metros aguas adentro. Para llegar al punto de partida tuvimos que caminar ese trecho por partes en que uno se hundía hasta la cintura en el fango y en otras en que el agua llegaba sólo hasta los tobillos.
Se inició la prueba con alrededor de 50 nadadores, unos iban por los 2.500 metros (33) y los más valientes (o sea yo) por los 5.000 (17). El agua exquisita, casi llana. En general me sentí muy bien en la primera vuelta, pero ya en la segunda se me empezó a hacer interminable con algún dolor en hombros y brazos, pero nada para preocuparse. Mi tiempo fue de 1 hora 12 minutos, llegando penúltimo de los pocos que realizaron la prueba mayor.
Como se trataba de paseo, durante el día hicimos el asadito correspondiente con una rica siesta a la sombra de los frondosos árboles que bordean el Camping. Es un lugar muy bonito y agradable para este tipo de experiencia. Pero se venía la noche y aquí sí que estaba preocupado, pues yo suponía que el circuito era por el camino que circunda la laguna, el cual tiene un trecho de camino de tierra, ripiado con mucho chorizo, pero conocido por mi, ya que lo había hecho varias veces… de día. Primer Error!!
Cerca de las 22 horas nos entregaron el kit de competencia consistente en una polera técnica muy buena, con reflectantes estampados, caramagiola y linterna frontal para poner en la frente. Jamás había corrido en estas condiciones, por lo que la experiencia prometía. Al momento que Rodrigo Salas daba las instrucciones me voy dando cuenta que era otro el circuito. Se trataba de ir hacia la Cuesta El Cepillo que no conocía, por camino sin pavimentar. Circuito de ida hasta el Km 13 y vuelta por donde mismo (algunos se devolvían en la mitad).
Partimos todos juntos (aquí también eran cerca de 50 corredores, sólo que 13 iban por los 13 K y 27 por los 26 K), pero ya en los primeros kilómetros nos empezamos a distanciar para enfrentar la cuesta cerca del Km 5.
Me imagino que algunos conocen esta cuesta (Ej.: los González), corriendo se hace interminable!!! En muchos tramos hay que caminar para llegar a la cumbre y después bajar por una laaaargo falso plano. La noche estrellada sin Luna, fresca, invitaba a ponerle, PERO aquí apareció el segundo error… Mis zapatillitas corredoras Nimbus 12 no eran para esos caminos de piedras filudas, llenas de hoyos que apenas se veían a pesar de la linterna. Estuve varias veces a punto de aterrizar de bruces, pues no se veía absolutamente nada, a ratos escuchaba ruidos extraños a la orilla del camino, quizás algún puma u otra alimaña que acechaba en la oscuridad, pensaba yo. Llegué al punto de retorno en 1 hora con 10 minutos e inmediatamente volvimos a subir (todo lo que sube baja y viceversa, es una ley).
A las dos horas estaba subiendo de nuevo la cuesta por el lado contrario y con el correspondiente dolor de piernas, pero a pesar de todo “Vermelho” pasando a algunos que ya iban tirando la esponja. La bajada se me complicó mucho, ya que las zapatillas no acompañaban y el miedo a los costalazos hicieron que me frenara a tal punto que me pasaron varios que había adelantado en la subida. Ojo, también hay que saber bajar pendientes (tómese nota para Pucón). Pero finalmente pude llegar en unas dignas 2 horas con 28 minutos, siendo tercero en mi categoría (50+).
Salas se rajó con un asado y buen vino a la 1 de la mañana. A esas alturas hacía mucho frío, estaba mojado, así es que el cansancio y sueño me vencieron y rapidito me fui al saco sin poder disfrutar muchos de las delicias ofrecidas.
En general buena organización a pesar de los detalles mencionados, pero Olimpo, Rodrigo y sus colaboradores se esmeraron en ofrecer un buen evento lo cual se agradece. No sé si sea muy recomendable como entrenamiento, estamos a Lunes y todavía estoy aporreado, pero como paseo extremo estuvo bueno.
Héctor Rojo
UC
